donde los día de espera son días de muerte,
cuando el corazón está helado hasta en el más cálido rincón,
es el momento de pensar si proseguir, o no.
Dejar atrás el tiempo vivido, sin pensar porque dejarlo,
quitar el polvo a mi guitarra y reanudar viejos cánticos,
darme cuenta y dejarte ver que la perfección no existe,
decirte al oído que nunca desee dejar de verte.
Cuando la duda no fortalece y los intentos por amor,
los intentos por amor dejan de tener sentidos,
pensar en mi mismo y no ser yo quien piense,
caer en la oscuridad, y no hay nada que me evite dejar de verte.
"Déjame ir contigo rebelde y risueño.
Déjame ir contigo, libre como el viento.Déjame ir contigo que en tí están mis sueños.
Déjame ir contigo... "
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