jueves, 30 de julio de 2009

Transición

Cada vez que escribo en este blog porque lo necesito me acabo arrepentiendo de lo que escribo o no estando muy contento con lo que digo, porque normalmente escribo cuando estoy caliente y mis dedos se mueven por el incesante ir y venir de mi torrente sanguieno, en vez de por impulsos nerviosos desde mi bulbo raquideo.

Es un fallo que tengo, hablar y arrepentirme de lo que hablo, de nuevo se encuentran la lógica y el corazón y de nuevo me pierden en su baile descoordinado. El ser humano debe tener dos caminos distintos para elaborar las respuestas, uno de ellos tiene como participantes al cerebro y a la transmisión de impulsos electromagnéticos hacia los diferentes organos para que ellos elaboren una respuesta acorde a lo pensado. Sin embargo, debe haber otro camino, otro que parte desde nuestro organo principal como si este tuviera la capacidad de crear palabras dentro de él y transmitirlas sin ser procesadas directamente hasta nuestra cavidad oral.

Cualquiera de los dos caminos son validos, pero no siempre acertados. ¿Podemos controlar nuestro cerebro, pedirle que diga e incluso que nos haga sentir mejor ante una situación que no nos gusta? ¿Podemos apaciguar nuestro corazon con las palabras de nuestro cerebro? ¿Somos capaces de entendernos a nosotros mismos?

Anoche le dije a mi corazon
que se mantuviera dormido,
al rato me desperto y
me susuro al oido.

No me hagas ser quien no soy,
no me hagas sentir lo que no siento,
dejame latir libre y
mis palabras te conduciran junto al viento.


El corria nunca le enseñaron a andar se fue,
tras luces palidas
Ella huia de espejismos y horas de mar
Aeropouertos unos vienen otros
se van igual que Alicias en ciudad
El valor para marcharse el miedo a llegar

Llueve en el canal la corriente
enseña el camino hacia el mar
Todos duermen ya
Dejarse llevar suena demasiado bien
Jugar al azar
Nunca saber donde puedes terminar o empezar

Un instante mientaras los turistas se van
Un tren de madrugada consiguio
trazar la frontera entre siempre o jamas Letra de Copenhague - Vetusta Morla - sitiodeletras.com

Llueve en el canal la corriente
enseña el camino hacia el mar
Todos duermen ya
Dejarse llevar suena demasido bien
Jugar al azar
Nunca saber donde puedes terminar o empezar
o empezar

Ella duerme tras el vendabal
se quito la ropa sueña con despertar
en otro tiempo y en otra ciudad
Dejarse llevar
Suena demasiado bien
Jugar al azar nunca saber
donde puedes terminar o empezar
terminar o empezar
terminar o empezar

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