martes, 27 de marzo de 2007

El DÍA...(La Paz- Estudiantes 87)

El día del partido comenzó como no podía ser de otra manera con nervios. Me levante tres cuartos de hora antes de la hora prevista, di mil vueltas más de las que tenía prevista y pensé en el partido una vez más.

Desperté a mi compañero Julio, tarea que aunque parezca, no es fácil. Y volví a recordar, mientras esperaba que la leche se calentara en el microondas, en aquél, nuestro primer partido con un nuevo equipo, un equipo inexperto, sin unión aparente, nada más que unidos por las ganas de jugar a hockey. ¿Sería suficiente? Clin!!! Me distrajo de mis divagaciones el sonido del microondas alertándome de que la leche estaba ya caliente como una…


Hice de nuevo de taxista sin ánimo de lucro, esperando a que me pagasen con una moneda más remunerada que el €, con los goles y la satisfacción del buen juego. Llegamos, al campo y calentamos con la seriedad que sólo hubiese caracterizado a un gran equipo, no hablo de un Madrid ni un Barcelona, no que va, hablo de un gran equipo como un Tarrasa o un Club de Campo.

Con nervios en la barriga como si de mi primer partido se tratará, levante la mano para dar a conocer al árbitro de mi entera disposición para el juego. El partido comenzó con el silbido inicial y fueron setenta minutos de una intensidad máxima que me demostraron que la calidad de un equipo no se atesora en los stick con los que estos jueguen, ni en la velocidad y habilidad con que los muevan, sino en las ganas de ganar, en el trabajo, en el respeto al trabajo y a tus compañeros.

No ganamos, sin embargo, ese empate me supo a victoria. No solo por mi, sino por la cara de satisfacción de mis compañeros. En su forma de hablar no solo se deveslaba que habíamos conseguido un resultado favorable sino también que habían disfrutado, y para eso y no por otra cosa, es para lo que se juega.

Si disfrutamos jugando, disfrutaremos ganando. Podemos ganar, pero eso no significará que disfrutemos en nuestro juego.

Cómo último apunte quiero resaltar la importancia de bajar a segunda para descubrir cosas y experimentar hechos que en otra categoría quizás no hubiera conseguido hallar. “Para impulsarnos hacía delante primero debemos dar un paso atrás”, dice algún sabio de esos que abundan por estos tiempos, que al igual que "forest Gun", no dejan de correr.

Gracias a todos por dejar hasta la última gota de sudor en el campo.
















Hasta para el dormilón de Julio,jeje.



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