viernes, 1 de junio de 2007

Breve y concisa historia sin sentido sobre la creación del universo

Esta es la breve y concisa historia de un pequeño y manejable liliputiense perdido en la inmensidad de la marea mundana.

Un buen día Roberto de Silva Baleiro do Coraçao de San Fermin, cuyos amigos llamaban Robert, se fue en busca de aventura a una lejana y extranjera ciudad. En busca de nuevas vistas y nuevos horizontes. Abrió su armario, cogió una vieja maleta gris, y la lleno en su mayoría de ropa que jamás se pondría y de dos o tres viejas camisetas que siempre iban con él. Se despidió de aquella gente que le había acompañado en su transcurrir diario hasta ese día, y marchó. Abrió la puerta, salió al rellano, cerró la puerta, bajó las escaleras como todos los días que no estaba cansado para coger el ascensor, abrió la puerta del soportal y puso un pie en la calle, y luego, dos o tres veces el parpadeo de una rana epiléctica, el otro.



El resto de la historia es tan real como la vida misma, Roberto de Silva Baleiro do Coraçao, Robert para los amigos, se caso con una princesa manca de las dos manos, ya que la pobre no pedía mucho, tuvo cuatro hijos, tres de ellas premios Planeta y uno presidente del Rayo Vallecano. Claro está os preguntareis como daba de mamar la princesa manca a los hijos, ¿Cómo los cogería? Pues dejaros de buscar solución a respuestas que no tienen sentido. Más tarde creo una empresa de editar libros de fútbol y,finalmente, murió.

Roberto de Silva Baleiro do Coraçao, cuya vida se cuenta como si fuera la de un liliputiense cojo, no fue más ni menos. Tampoco igual, pero eso es otra historia.

Editada por mi cabeza.
Producida por mi ordenador.
Guión original… no?

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